Habitualmente, tanto desde Clínica Ortiz-Vigón como desde ARC — grupo empresarial al que pertenecemos —, no solemos comunicar el trabajo diario que realizamos buscando apoyar el movimiento para ser social y ambientalmente responsables. Somos de la opinión de que más valen los hechos que las palabras. Pero lo cierto es que aportar supone también compartir conocimiento e información. Por eso, es importante que hablemos de experiencias compartidas como las que hemos vivido las últimas semanas asistiendo a dos jornadas con presentaciones de diferentes agentes que trabajan día a día por mejorar el entorno. Esto es todo lo que aprendimos…
Incorporación de los ODS medioambientales en las empresas del sector sanitario
[/vc_column_text][vc_column_text]Basque Health Cluster, asociación del sector bio-salud de Euskadi al que pertenecemos, ha sido la organizadora de una jornada que tenía como objetivo sensibilizar a las empresas del sector sobre la necesidad de incorporar los ODS en nuestra actividad.
A esta jornada asistió Anthesis Lavola, una consultora especializada en sostenibilidad dentro del sector que arrojó algunos datos impactantes. Por ejemplo:
- El 80% de los bienes de consumo van directamente al vertedero.
- El 92% es el tiempo que los coches europeos pasan estacionados.
- El 31% de los alimentos a nivel mundial se desperdician antes de llegar al plato.
- Desde 2010 a 2025 se estima que los países desarrollados consuman un 24% más de calorías alimentarias consumidas que los subdesarrollados.
- Estos países desarrollados gastan en alimento un 57% más que aquellos en vías de desarrollo.
- A su vez gastan un 47% más en embalajes y generan un 41% más de residuos.
Conclusiones
Ante estos datos se evidencia la necesidad de entender la sostenibilidad como impulsora de un mayor y mejor desempeño para ser social y ambientalmente responsables. Esto ha supuesto en los últimos años un creciente reconocimiento de la relevación de la sostenibilidad por parte de los negocios. No solo por una cuestión de compromiso. Ser sostenibles puede ser muy rentable. La estrategia de sostenibilidad integrada, cuando está bien ejecutada, puede mejorar los parámetros de eficiencia y eficacia del rendimiento. Por ello se requiere una gestión proactiva de la sostenibilidad para llevarla a un nivel de integración más profundo y convertirla en un motor de creación de valor y rentabilidad a largo plazo.
Ihobe y SPRI también fueron colaboradoras de este evento. Allí presentaron varias iniciativas que están llevando a cabo en esta línea. Mientras que la primera busca el impulso de la economía circular, la segunda pone el foco en la descarbonización.
Introducción a la Economía Circular y contexto actual
Esta formación a la que también pudimos asistir de manos de BEAZ ha centrado su atención en este concepto de economía circular y es que consumimos un 50% más de recursos que hace solo 30 años. Sin embargo, solo el 7,2% de la economía global es circular.
La estrategia de economía circular abarca mucho más que el concepto de reciclaje. La visión debe ser mucho más general. Por ejemplo, si hablamos de los productos deben tenerse en cuenta conceptos como: reutilización, ecodiseño, sustitución de piezas, reparaciones… Actualmente se están llevando a cabo una serie de drivers normativos y de mercado tanto desde un contexto europeo y estatal como de Euskadi. Algunos de ellos están relacionados con la huella de carbono, un canon de vertidos e impuesto al plástico.
Tras ambos eventos lo que ha quedado claro es que debemos anticiparnos y responder ante las necesidades relacionadas con los ODS, ya no solo porque tengamos una implicación expresa en ello, sino porque la propia Unión Europea ya está tomando medidas con las grandes empresas para cumplir su objetivo de que la UE sea climáticamente neutra en 2050. Y más pronto que tarde esa será una exigencia generalizada. Confiemos que eso sea así, para que todos vayamos en una misma dirección.