Carillas dentales, qué son y qué tipos existen

Las carillas dentales son un tratamiento muy común en odontología estética. Se trata de láminas muy finas de porcelana o composite que adherimos al diente con la finalidad de mejorar la estética del mismo.

Las carillas dentales se colocan en los dientes frontales, aquellos que están más visibles al sonreír. Con este tratamiento buscamos hacer nuestra sonrisa más estética y armónica. Sin embargo, nuestro objetivo es no solo lograr la estética sino la funcionalidad en cada tratamiento por ello antes de determinar qué tipo de carillas utilizar se realiza un estudio estético y diagnóstico individualizado.

Nos permiten cambiar el tamaño, el color y la forma de nuestros dientes. Las carillas dentales corrigen manchas en nuestros dientes, o tamaños irregulares, así como piezas que estén rotas o desgatadas.

Las carillas se adhieren al diente para colocarlas y según el tipo de carilla y las necesidades del paciente quizás sea necesario rebajar mínimamente el grosor del diente natural.

¿Qué tipos de carillas dentales existen?

Existen dos tipos de carillas dentales, pueden ser de composite o de porcelana. La decisión de colocar un tipo de carilla u otro se valora en cada caso particular. En esta decisión se deben tener en cuenta varios factores como la demanda estética, la oclusión, la malposición dentaria, la edad del paciente así como el color del diente.

Carillas de composite

Las carillas de composite están indicadas en aquellos casos en los que los dientes presentan formas irregulares, tamaño alterado o presencia de espacios negros entre los dientes, llamados troneras. Especialmente cuando la restauración es más sencilla o según la edad del paciente.

El tratamiento consiste en adherir al diente un material de color parecido al mismo, consiguiendo una adecuada morfología y no es necesario tallar el esmalte, sino que se adhiere a la pieza original. Esto provoca que las carillas de composite sean un tratamiento reversible.

No es necesario colocar anestesia puesto que es un procedimiento totalmente indoloro y reversible, que nos permitirá realizar cualquier modificación con el tiempo. De esta manera, colocando una carilla de composite se consigue dar a los dientes la forma y el tamaño que deseemos de manera sencilla y nada agresiva. Si bien es cierto, el composite es un material con menor durabilidad y es necesario realizar un mantenimiento periódico de las mismas para devolverles color y brillo.

Carillas de cerámica

Las carillas de cerámica consisten en finas láminas de disilicato de litio o de cerámica feldespática, realizadas a medida en el laboratorio, que se cementan en los dientes para darles el tamaño, la forma y el color deseado.

Las propiedades ópticas de este tipo de material permiten que las carillas cerámicas tengan un mayor grado de estética y naturalidad, dado que se asemeja en mayor medida al esmalte del diente natural.

Este tipo de carillas se colocan habitualmente en más de un diente, al ser fabricados en laboratorio con un color específico para lograr una armonía estética en el color.

El flujo de tratamiento para las carillas de porcelana es algo distinto al de las carillas de composite.

Son necesarias varias visitas al dentista. Primero se debe decidir si es necesario rebajar ligeramente el grosor del diente, a continuación, se toman medidas y estas impresiones se mandan al protésico dental.  Por último, se cementa la carilla en la superficie del diente.

A diferencia de las carillas de composite, la colocación de carillas de porcelana es un proceso irreversible. Es recomendable acudir a revisión al menos una vez al año con la especialista en odontología restaurada.

¿Cuánto duran las carillas dentales?

Las carillas de porcelana tienen un mejor envejecimiento y menor mantenimiento que las de composite. Se estima que la vida media de la cerámica es de 15 años sin perder el color o teñirse.

La duración de las carillas de composite es algo menor, requieren un mantenimiento periódico por parte del especialista en odontología restauradora. Puede durar alrededor de 5 años si tenemos unos buenos hábitos de higiene y dieta, además de evitar bebidas y comidas con alta capacidad de tinción y también evitar el tabaco.

La parte positiva, es que las carillas de composite en caso de sufrir alguna fractura, se pueden reparar con una visita al dentista. Mientras que las carillas de composite se reconstruyen de manera sencilla en la consulta, la carilla de cerámica debe realizarse de nuevo en el laboratorio.

Si tienes dudas y quieres mejorar la estética de tu sonrisa, consulta con nuestro equipo de odontología estética y restauradora. Realizaremos un estudio de sonrisa estético y diagnóstico para ofrecerte el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades.