La erosión dental es el deterioro del esmalte o capa protectora del diente, por el efecto de agentes químicos. Básicamente es la pérdida irreversible de los tejidos superficiales del diente. Es una de las muchas causas del dolor de dientes.
A día de hoy es una afección común a nivel mundial, afectando especialmente a la población infantil por el alto consumo de bebidas ácidas y carbonatadas. Por eso, desde Clínica Ortiz-Vigón , creemos que es importante estar informados de ello para poder cuidar la dieta y evitar complicaciones.
¿Cuáles son las causas?
La erosión dental se produce cuando las sustancias excesivamente ácidas desgastan el esmalte dental, que es una capa exterior dura que dota a los dientes de su estructura. Los agentes erosivos pueden ser cualquier tipo de ácido que aparezca en una bebida o comida. Un consumo excesivo en el tiempo puede desembocar en erosión del esmalte dental. Es lo que denominamos erosión dental extrínseca
Qué recomendamos evitar
- Bebidas carbonatadas y energizantes
- Bebidas alcohólicas
- Zumos naturales
- Pastillas o tabletas de vitamina C
- Salsas fuertes
- Vinagres
- Dulces ácidos
- Productos azucarados: el consumo de azúcar provoca un entorno de alta acidez y la aparición de bacterias que suele terminar en la mayor parte de las ocasiones en caries.
Sin embargo, en ocasiones estos ácidos pueden provenir de nuestro propio cuerpo, como en el caso de aquellas personas que sufren reflujo esofágico, hernia de hiato, o bulimia. Es lo que llamamos erosión dental intrínseca. Todos ellos tienen en común el vómito o la acción de los ácidos procedentes del estómago, lo que puede terminar dañando el esmalte dental.
Las defensas de nuestro cuerpo
Cuando nuestro organismo percibe estos altos niveles de acidez suele responder con sus propias defensas. Nuestra saliva cuenta con calcio producido de manera natural. Este puede ayudar a neutralizar el ácido presente en los alimentos que ingieres y protege el esmalte dental frente a la erosión.
Pero cuando no le damos tiempo a cumplir su función, porque continuamos ingiriendo exceso de azúcares o ácidos, el calcio de tu saliva no puede desempeñar su función. Es entonces, cuando se pueden perder pequeños fragmentos de esmalte y con el tiempo, también superficie de los dientes.
Síntomas
La erosión dental es una afección de progresión lenta. Por eso es posible que no lo notes hasta que no se produzca un aumento de la sensibilidad dental. Aunque este no es el único síntoma
- Dolor de dientes: si se está desgastando el esmalte, es posible que los dientes se vuelvan más sensibles a los alimentos calientes y fríos. Esta sensibilidad dental tiene distintos grados, llegando a causar un dolor agudo y molesto.
- Cambio de coloración de los dientes: debajo del esmalte se encuentra la dentina. Cuando esta queda expuesta por la erosión los dientes pueden parecer amarillentos.
- Transparencia:los incisivos pueden parecer transparentes cerca de los bordes con los que muerdes.
- Huecos en los dientes
- Grietas y hendiduras:si el esmalte dental empieza a erosionarse, los dientes pueden presentar pequeñas grietas y hendiduras en la superficie masticatoria. Esto puede desencadenar en fracturas.
Tratamiento
El tratamiento para combatir la erosión pasa principalmente por la prevención. La erosión dental no siempre necesita ser tratada, dependerá del grado en que se encuentre. Si hablamos de casos leves, lo normal es que con asesoramiento y siguiendo los consejos que te hemos dado sea suficiente.
Si hablamos de algo más avanzado es importante realizar un tratamiento con flúor, ya sea en formato pasta o en enjuague. Este producto debe ser recetado por tu dentista. En ocasiones, puede considerarse conveniente la aplicación de un barniz de flúor cada 6 meses.
Cuando el caso de erosión es severo existen diferentes alternativas. Por una parte, puede plantearse una reconstrucción, restaurando con composite, carillas dentales o incrustaciones, para fortalecer la estructura del diente. Otra opción es realizar una endodoncia o coronas.