El efecto del tabaco en tu boca

Que el tabaco es perjudicial para salud es, a día de hoy, sabido por todos. Durante las últimas décadas, son innumerables los estudios publicados que alertan sobre el peligro de este hábito y las campañas en favor de la concienciación de lo que supone fumar son constantes. Sin embargo, y como especialistas en salud y estética bucodental, queremos poner el foco en cómo se ven afectados tu boca y tus dientes.

Enfermedad periodontal: pérdida de dientes

¿Te imaginas sin dientes? Pues puede ocurrir. La enfermedad periodontal es una enfermedad crónica y prTabaco enfermedadogresiva que afecta a las encías. Como ya hemos explicado anteriormente, la enfermedad periodontal puede denominarse gingivitis o periodontitis dependiendo del grado de afectación. Si la enfermedad progresa hasta una periodontitis pueden aparecer síntomas tales como: retracción de las encías, movilidad de los dientes, separación de los dientes, aumento de la sensibilidad, dolor de encías, flemones en la encía e incluso la pérdida del diente.

Repuesta al tratamiento

Y sí, los fumadores tienen 3 veces más riesgo que los no fumadores. Y lo peor de todo, la respuesta al tratamiento, puede ser mucho peor. 9 de cada 10 tratamientos que no responden, se dan en fumadores. No sólo eso, si no que el riesgo de reaparición es mucho más elevado.

Invisibilidad de la enfermedad

Es importante aclarar que, curiosamente, el tabaquismo camufla los indicadores que nos dicen que podemos estar ante una enfermedad periodontal. Y es que como el tabaco reduce el riego sanguíneo de las encías, parece que no están tan inflamadas y puede no aparecer el sangrado de las mismas. De este modo, no se enciende la alarma.

Cáncer oral

Si al consumo de tabaco, que contiene infinidad de sustancias cancerígenas, se le une el del alcohol, el riesgo de padecer cáncer en la cavidad oral se dispara. Esta patología, aunque no es frecuente, presenta un índice de mortalidad muy elevado porque se suele diagnosticar tarde. En el “mejor” de los casos, las secuelas que genera son graves y llamativas.

Mayor rechazo a los implantes

El tabaco contiene un efecto irritante y no favorece la cicatrización. Por esos motivos, es uno de los principales responsables del fracaso de los implantes dentales, especialmente en la zona maxilar superior.  Los fumadores doblan la tasa de fracaso en estos tratamientos. Además, el tabaco es un factor de riesgo para los portadores de implantes dentales, ya que pueden sufrir enfermedades periimplantarias, o lo que es lo mismo, una infección en el mismo.

Caries, manchas y mal aliento

La capacidad inmunitaria se reduce, disminuyendo la generación de saliva y favoreciendo la aparición de un mayor número de bacterias. Como consecuencia, se acumula más sarro y aumenta el riesgo de la aparición de caries.

Por otra parte, la nicotina y el alquitrán intentan penetrar en el interior del diente, provocando un tono amarillento o amarronado. Por no hablar del agravamiento de la halitosis en caso de padecerla por otros motivos, o la aparición de mal aliento debido a la sequedad de la boca que contribuye a la escasez de la oxigenación y, por tanto, de la higiene bucal.