Existe una relación bidireccional entre llevar una dieta saludable y tener una buena salud bucodental. Comer de manera equilibrada y seguir unos hábitos de higiene dental, son las mejores armas para prevenir enfermedades en nuestra boca y no visitar al dentista más de la necesario.
Una de las guías para comer de manera saludable que está empezando a tener mucha repercusión, es el Plato de Harvard, creado por expertos en nutrición en la Escuela de Salud Pública de la universidad homónima.
Esta guía propone cómo crear cómidas equilibradas haciendo un símil con un plato. Se trata de resumir los consejos que hemos oído en multitud de ocasiones, sobre cuantas piezas de fruta debemos comer al día, cantidad de proteína y carbohidratos necesarios, etc.
La idea principal es poner el foco en la calidad de la dieta, no tanto en la cantidad de los carbohidratos, proteínas, azúcares o vitaminas. Es decir, focalizar en el tipo de alimentos que nos proporcionan esos nutrientes de manera más saludable. Esta calidad en nuestra dieta es igualmente beneficiosa para mantener nuestra salud bucodental
Mantenerse hidratados
En primer lugar, es muy importante mantenernos hidratados. El agua hidrata las encías y ayuda a generar saliva, lo cual es importante para neutralizar las bacterias de nuestra boca.
Se recomienda beber agua o té y evitar las bebidas azucaradas pues por un lado tienen poco valor nutricional y son fuente de calorías. Y por otro lado, el consumo de este tipo de bebidas carbonatadas es negativo porque mantienen el ph de nuestra boca ácido y no podemos neutralizarlo con otros alimentos o con la saliva.
Este ácido es negativo para el esmalte de nuestros dientes, porque puede provocar erosión – desmineralización y pérdida de estructura dentaria- y pérdida de color al perder el esmalte.
Otra de las bebidas presentes en nuestras dietas con la que debemos tener precaución es con el café, de consumo muy extendido y elevado, a pesar de que nutricionalmente Harvard lo recomienda siempre que sea sin azúcar añadido. Para la salud bucodental es importante limitarlo, pues afecta a la estética de nuestros dientes, como ya os comentamos en nuestro blog anteriormente.
Alimentos indispensables: verduras, frutas, lácteos, cereales y proteína saludable
La mitad del plato, es decir la mitad de nuestra dieta debe estar formada por verduras y frutas. Los otros dos cuartos del plato ideal de Harvard se reparten entre granos (cereales principalmente integrales) y proteína saludable.
Por un lado las verduras son alimentos indispensables para proteger nuestros dientes, junto con ellas, los lácteos que ayudan a neutralizan los ácidos de la placa bacteriana y ayudan a proteger el esmalte. Alimentos como el apio, las zanahorias o las manzanas ayudan a limpiar la placa de nuestros dientes y nos ayudan a producir más saliva.
Por otro lado, verduras como el brócoli o el pimiento rojo son también ricas en vitamina C, así como muchas frutas, y ésta ayuda a mantener fuertes nuestras encías.
Además, los lácteos son fuente de calcio para nuestros dientes. Y tan importante como el calcio es comer alimentos ricos en fósforo, un mineral que ayuda a mantener fuerte la estructura de nuestros dientes. Alimentos como las legumbres, los huevos y otros productos de origen animal son fuentes de fósforo.
Alimentos que debemos evitar
Por último, hay otro punto en el que coinciden las recomendaciones para una nutrición saludable y para una boca sana. Se trata de limitar los alimentos ricos en azúcar o pegajosos como los caramelos, dátiles, etc, que permanecen durante más tiempo en los dientes y aumentan la posibilidad de causar caries. Además, la ingesta de alimentos azucarados se recomienda durante comidas más abundantes, no entre horas ni de manera específica, porque de esta manera son más dañinos para nuestra boca.
Otra clave para cuidar nuestra salud dental y nutrición a la par es evitar comer entre horas, limitarnos a las comidas diarias establecidas, donde ingerimos alimentos de manera equilibrada.