Una de las claves para afrontar un cambio tan repentino y multidimensional como el que estamos viviendo, es mantener las rutinas habituales, aunque permanezcamos en el mismo espacio muchas más horas y no nos desplacemos fuera del domicilio.
Cambiar el espacio de trabajo, acumular dobles y triples tareas simultáneas, puede hacer que se nos olviden algunos hábitos. Lavarse los dientes después de cada comida es una de estas actividades cotidianas que ante una situación como la actual se nos puede olvidar o pasar a un segundo plano. Por ello, hemos hecho este pequeño manual de higiene bucodental:
Al menos 2 minutos, 2 veces al día
Sin duda alguna el elemento clave y principal de la higiene de nuestra boca es el cepillo de dientes. Su uso después de cada comida es la mejor forma de limpiar nuestros dientes y encías, evitando que las bacterias se acumulen en nuestra boca. Por eso es importante cepillarse los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos.
Trata a tus dientes con suavidad
A la hora del cepillado debemos tener cuidado de no ejercer demasiada presión sobre las encías, ya que con el tiempo podría generar recesión. Para evitar la inflación es mejor que las cerdas del cepillo sean suaves. Recordad que la acción del cepillado debe ser pasando en forma de barrido desde el borde la encía hasta la pieza dental.
Los cepillos también se hacen mayores
Otro punto importante en el uso del cepillo de dientes es renovarlo cada cierto tiempo, las higienistas nos recomiendan cambiarlo cada 3 meses, algo más en el caso de que sea el cabezal de un cepillo eléctrico.
Limpia bien tu cepillo
No solo eso, sino que para lograr una mejor higiene, debemos por un lado, limpiar correctamente el cepillo después de cada uso, para evitar que se queden restos de pasta dentífrica y bácterias y por otro, de manera más profunda enguajarlo con enjuague bucal antibacteriano a menudo.
Esto último es importante porque el baño es un espacio proclive al desarrollo de microorganismos y bacterias, por eso es importante prestar atención a las herramientas de higiene individual y mantenerlas libre de gérmenes el mayor tiempo posible.
Más allá del cepillo
Además del cepillado al menos dos veces al día, es importante utilizar el hilo dental para eliminar aquellos restos de comida más escondidos. Especialmente útil para los espacios interdentales.
Existen también los cepillos interproximales o los irrigadores bucales, que son para una higiene mucho más profunda, pero garantizando el uso de hilo dental a diario, se puede mantener la boca limpia y libre de bacterias.
El hilo dental siempre antes
A veces surge la duda de cuando utilizar el hilo dental, si antes o después del cepillado. Al emplearlo antes, permitiría que el cepillado eliminase todos los restos y que la pasta dentífrica llegue a todos los espacio interdentales. Aunque, sin duda lo más importante para mantener una boca sana es combinar ambas herramientas diariamente.
Elige tu enjuage ideal
Por último, sabemos que mucha gente completa su higiene bucodental con un colutorio. Los enjuagues ofrecen una mayor limpieza de la boca, son muy eficaces eliminando con más profundidad las placa bacteriana que se acumula.
Es cierto que existen muchos tipos de colutorio diferentes, por eso recomendamos consultar con el dentista cual se adapta mejor a nosotros. Y que cuenten sobretodo con evidencias clínicas que avalen su eficacia antiplaca y también antigingivitis.
Su uso también es preferible que lo paute el dentista, una o dos veces al día, después de un enguaje con agua, se recomienda mantenerlo durante 30 segundos en la boca.
Disfruta de una boca sana y evita problemas
Mantener nuestra boca sana es la mejor barrera para prevenir tener caries u otras enfermedades. Pasar dos minutos frente al espejo un par de veces al día es una rutina sencilla que a largo plazo nuestra boca agradecerá.