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Desde el pasado mes de enero nuestro centro cuenta con un Desfibrilador Externo Semiautomático (DEA) en sus instalaciones. Este moderno equipo se utiliza para salvar vidas en casos extremos en los que se presenta un paro cardíaco.
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La parada cardíaca súbita se produce cuando el corazón ya no es capaz de bombear sangre al cerebro y al resto del cuerpo. Normalmente se produce cuando los impulsos eléctricos del corazón afectado se vuelven rápidos (taquicardia ventricular) o caóticos (fibrilación ventricular) o ambos. En la mayoría de los casos, no hay síntomas ni se observa ningún signo de advertencia.
Cuando alguien sufre un síncope por parada cardiaca súbita, resulta esencial utilizar un DEA y proceder inmediatamente a la reanimación cardiopulmonar para tener posibilidades de salvar la vida. Los estudios realizados hasta ahora demuestran que, si se aplica una desfibrilación a tiempo en el primer minuto, las probabilidades de que el paciente salve la vida son del 90%. Transcurrido ese tiempo, el índice de supervivencia cae un 7-10% cada minuto que pasa.
Clínica Ortiz-Vigón se convierte con este nuevo dispositivo, en un referente europeo en la calidad asistencial a sus pacientes al ser, una de las primeras clínicas dentales europeas en equipar sus instalaciones con un DEA.
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